Si estás contemplando invertir tu dinero en activos inmobiliarios pero te sientes abrumado por la complejidad del proceso y no comprendes completamente su impacto en tu patrimonio, no te preocupes. Aunque pueda parecer complicado, en realidad es más sencillo de lo que piensas.
Vamos a desglosar lo esencial: los activos son bienes que posees y que puedes vender para obtener beneficios. En el ámbito de la inversión inmobiliaria, estos activos se materializan en propiedades como departamentos, bodegas, estacionamientos, terrenos, etc. ¿Fácil, verdad? Ahora exploremos las particularidades de estas inversiones.
Departamentos: Posiblemente la inversión más común en Chile debido a su alta rentabilidad y diversidad de opciones. La dinámica es simple: puedes arrendarlo y utilizar los ingresos del arriendo para cubrir gran parte del dividendo. Además, el financiamiento es atractivo, ya que no tienes la necesidad de ocupar tus ahorros para pagar el pie y el financiamiento en chile de los créditos hipotecarios sigue siendo atractivo.
Estacionamientos y Bodegas: Estos activos son una versión más compacta de la inversión en departamentos, con la ventaja de requerir menos mantenimiento y gastos. Presentan una mayor tasa de ocupación, ya que su oferta es más limitada que la de los departamentos en una misma zona. Además, ofrecen la posibilidad de generar liquidez rápidamente debido a su alta demanda.
UF (Unidad de Fomento): La UF es la «Unidad de Fomento», creada en 1967 para valorar los ahorros de acuerdo con la inflación. Al invertir en UF, tu dinero se ajusta a la inflación, evitando la devaluación que experimentan los ahorros tradicionales. En Chile, los activos inmobiliarios valorados en UF mantienen su poder adquisitivo a lo largo del tiempo.