Ante las incertidumbres globales, es comprensible que te surjan dudas sobre si este es un momento propicio para poner tu dinero en juego. La respuesta es afirmativa, y lo reafirmamos con entusiasmo: siempre es oportuno descongelar esos fondos bancarios y hacerlos crecer mediante inversiones.
Te presentamos algunas razones convincentes para que comiences tu inversión hoy mismo:
Activos Inmobiliarios: Rentables y con Alta Plusvalía
La rentabilidad de una inversión se mide por la relación entre (retorno) e inversión. Si decides invertir en un (departamento), que puedes arrendar mensualmente para cubrir parte del dividendo, estarás adquiriendo una propiedad a un muy bajo costo
No Requiere Ahorros Iniciales (Solo Capacidad de Crédito)
El pie, que es el porcentaje inicial necesario para obtener un crédito hipotecario, puede pagarse en cuotas mensuales. A mayor pie, menor será el dividendo, ya que el banco financiará un porcentaje menor de la propiedad. Este porcentaje generalmente oscila entre el 10%, 15% o 20% del valor total de la propiedad.
Demanda Continua de Arrendamiento
La necesidad de arrendar propiedades sigue siendo constante, ya que no todos tienen la capacidad o deseo de comprar una vivienda. La diferencia clave entre comprar para vivir y comprar para invertir es que, en el segundo caso, los ingresos del arriendo pueden cubrir gran parte, o incluso la totalidad, del dividendo mensual.
Rentabilidad Incluso si el Arriendo no Cubre Todo el Dividendo
La clave está en cubrir la mayor parte del dividendo con los ingresos del arriendo. Aunque el arriendo no alcance a cubrir completamente el dividendo, la propiedad seguirá siendo rentable, brindándote estabilidad financiera.
En resumen, el mercado inmobiliario ofrece oportunidades sólidas, independientemente de las circunstancias económicas actuales. Invertir en propiedades sigue siendo una estrategia viable para hacer crecer tu patrimonio.